Los tiempos avanzan y todo va cambiando. Todavia muy sutiles para que la humanidad (salvo unos pocos) pueda percibirlos en profundidad. Nuestro hermano mineral La Tierra esta en el comienzo de su desarrollo en su nueva dimension, en sus nuevos estadios vibracionales y va llevando a toda la naturaleza a los cambios correspondientes. Y al humano tambien, lentamente.

Todos estos cambios en toda la superficie del planeta va produciendo modificaciones, las cuales generan efectos naturales que suelen ser catastroficos para los humanos. No solo se trata de los daños que hemos hecho, sino tambien de las modificaciones que son necesarias para la nueva dimension. La cual no se construye en un segundo, ni en un dia. Es un tiempo desconocido para nosotros, el cual puede abarcar ciento o miles de años. 

Sin importar la cantidad de esos años, los humanos debemos entrar en sintonia con el planeta y la naturaleza. Aceptando y vivenciando todas las nuevas energias que nos llegan y que van ocupando sus lugares en el planeta. Y hay que buscar nuevos sitios, nuevos espacios y lugares, todos acorde a lo que se viene y esta llegando.

Dentro de esos cambios y en sintonia con lo nuevo, todo debe ser manifestado completo. Hasta ahora solo mostrabamos y veiamos una parte. Ahora ya se debe mostrar los dos componentes de cada ser: su cuerpo y su alma. Con el tiempo y cuando estemos de lleno en la nueva dimension, no solo veremos nuestros cuerpos sino tambien nuestras alma y sabremos a simple vista quien y como es cada ser. Todos los velos seran corridos. Hasta que llegue ese momento, las cosas sagradas iran mostrandose, tanto su cuerpo como su alma. Y en ese sentido el Arbol de Amor a partir de ahora exhibe dos arboles, los cuales son la representacion del alma y del cuerpo. De lo universal y de lo terrenal, de lo espiritual y de lo fisico. Estas dos manifestaciones no son en realidad dos arboles diferentes, sino las dos partes del Arbol. Es la totalidad del Arbol.